24 de noviembre de 2009

¿Quieres saber un secreto?

He aqui la domesticación, muestra unica de amor.
Dejemos que el principito y el zorro nos cuenten como es que se crea un vinculo verdadero.
Obra: "El Principito"



- Busco a los hombres – dijo el principito. – Qué significa "domesticar" ?
- Los hombres – dijo el zorro – tienen fusiles y cazan. Es bien molesto ! También crían gallinas. Es su único interés. Buscas gallinas ?
- No – dijo el principito. – Busco amigos. Qué significa "domesticar" ?
- Es algo demasiado olvidado – dijo el zorro. – Significa "crear lazos..."
- Crear lazos ?
- Claro – dijo el zorro. ... si me domesticas, tendremos necesidad uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo. Yo seré para ti único en el mundo...
- Comienzo a entender - dijo el principito. – Hay una flor... creo que me ha domesticado...
- Es posible – dijo el zorro. – En la Tierra se ven todo tipo de cosas... Mi vida es monótona. Pero, si me domesticas, mi vida resultará como iluminada. Conoceré un ruido de pasos que será diferente de todos los demás. Ves, allá lejos, los campos de trigo ? Yo no como pan. El trigo para mí es inútil. Los campos de trigo no me recuerdan nada. Y eso es triste ! Pero tú tienes cabellos color de oro. Entonces será maravilloso cuando me hayas domesticado ! El trigo, que es dorado, me hará recordarte. Y me agradará el ruido del viento en el trigo...
El zorro se calló y miró largamente al principito:
- Por favor... domestícame ! – dijo.
- Me parece bien – respondió el principito -, pero no tengo mucho tiempo. Tengo que encontrar amigos y conocer muchas cosas.
- Sólo se conoce lo que uno domestica – dijo el zorro. – Los hombres ya no tienen más tiempo de conocer nada. Compran cosas ya hechas a los comerciantes. Pero como no existen comerciantes de amigos, los hombres no tienen más amigos. Si quieres un amigo, domestícame !
- Qué hay que hacer ? – dijo el principito.
- Hay que ser muy paciente – respondió el zorro. – Te sentarás al principio más bien lejos de mí, así, en la hierba. Yo te miraré de reojo y no dirás nada. El lenguaje es fuente de malentendidos. Pero cada día podrás sentarte un poco más cerca...
Al día siguiente el principito regresó.
- Hubiese sido mejor regresar a la misma hora – dijo el zorro. – Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, ya desde las tres comenzaré a estar feliz. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. Al llegar las cuatro, me agitaré y me inquietaré; descubriré el precio de la felicidad ! Pero si vienes en cualquier momento, nunca sabré a qué hora preparar mi corazón... Es bueno que haya ritos.
Así el principito domesticó al zorro. Y cuando se aproximó la hora de la partida:
- Ah! - dijo el zorro... - Voy a llorar.
- Es tu culpa – dijo el principito -, yo no te deseaba ningún mal pero tú quisiste que te domesticara.
- Claro – dijo el zorro.
- Pero vas a llorar ! – dijo el principito.
- Claro – dijo el zorro.
- Entonces no ganas nada !
- Sí gano –dijo el zorro – a causa del color del trigo.
Luego agregó:
- Ve y visita nuevamente a las rosas. Comprenderás que la tuya es única en el mundo. Y cuando regreses a decirme adiós, te regalaré un secreto.
El principito fue a ver nuevamente a las rosas:
- Ustedes no son de ningún modo parecidas a mi rosa, ustedes no son nada aún – les dijo. – Nadie las ha domesticado y ustedes no han domesticado a nadie. Ustedes son como era mi zorro. No era más que un zorro parecido a cien mil otros. Pero me hice amigo de él, y ahora es único en el mundo.
Y las rosas estaban muy incómodas.
- Ustedes son bellas, pero están vacías – agregó. – No se puede morir por ustedes. Seguramente, cualquiera que pase creería que mi rosa se les parece. Pero ella sola es más importante que todas ustedes, puesto que es ella a quien he regado. Puesto que es ella a quien abrigué bajo el globo. Puesto que es ella a quien protegí con la pantalla. Puesto que es ella la rosa cuyas orugas maté (salvo las dos o tres para las mariposas). Puesto que es ella a quien escuché quejarse, o alabarse, o incluso a veces callarse. Puesto que es mi rosa.
Y volvió con el zorro:
- Adiós – dijo...
- Adiós – dijo el zorro. – Aquí está mi secreto. Es muy simple: sólo se ve bien con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos.
- Lo esencial es invisible a los ojos – repitió el principito a fin de recordarlo.
- Es el tiempo que has perdido en tu rosa lo que hace a tu rosa tan importante.
- Es el tiempo que he perdido en mi rosa... – dijo el principito a fin de recordarlo.
- Los hombres han olvidado esta verdad – dijo el zorro. – Pero tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Eres responsable de tu rosa...
- Soy responsable de mi rosa... - repitió el principito a fin de recordarlo.


Si has sido domesticado no hay vuelta atrás, aprenderás a querer, pero también a extrañar y a veces llorar. Comprenderás el valor de cada minuto junto a tu rosa. Más allá de las distancias, mi flor esta ahi, en alguna parte y yo desde aqui intento protegerla. Siempre seremos responsables de lo que hemos domesticado, cuidar de aquello que tanto amamos nos produce la más plena satisfacción. Podrás desear su bienestar, quizá más que el tuyo propio, asi has ganado mucho. El sabernos importantes para alguien nos hace unicos y especiales, pues como dijo el zorro, solo con el corazón se ve bien, esa es la mejor respuesta. Al menos, yo soy felíz asi. Es que hay una flor.. creo que me ha domesticado. Gracias por hacerlo, yo cual zorro en busca de amor, amaré el ruido del viento en el trigo y cada recuerdo tuyo. Ahora, descubro el precio de la felicidad, esa que conlleva esperanza y escapa de los egoismos.

21 de noviembre de 2009

Y es el tiempo, que nos regala recuerdos



Cómo cambian las cosas y de qué manera nos damos cuenta del paso del tiempo es algo que aun me sorprende. De pronto cerramos los ojos y todo es tan distinto, podría decir que a veces resulta irreconocible. Nos encontramos envueltos en situaciones inesperadas, desconocidas, angustiantes..Es que ciertamente vivimos el presente, donde lo único que importa es estar despierto y en todas nuestras facultades para construir el futuro. Día a Día, en nuestros actos vamos dejando cierta huella que nos perseguirá de alguna manera, huellas que serán el inicio de nuevas situaciones.

Por otro lado, sin darnos cuenta vamos siempre recopilando cosas del pasado, vivimos de los recuerdos que por alguna razón aun guardamos en nuestra memoria, recuerdos de imágenes, sensaciones, olores, sabores, emociones...Los recuerdos nos permiten tener noción de lo que hemos vivido, pues sigue intacto dentro de nosotros y son como fotografías que quedan grabadas en el inconsciente muchas veces. .Existen recuerdos que nos hacen muy felices, tanto que podemos sentirnos orgullosos o afortunados de lo que nos pertenece, sólo nuestro. Nuestra memoria es persistente y se empeña en recordarnos todo.

Cuando sonreímos al escuchar una canción que trae a nosotros algún hecho ya pasado, ¿cómo es que la letra y el ritmo nos trasmite a algún momento determinado?, puede resultar hermoso y al recordarlo se vuelve más intenso y duradero, pues intentamos guardarlo siempre dentro de nosotros; es nuestro más grande tesoro. Un recuerdo termina siendo algo más que la remembranza de un hecho aun no olvidado, es que lo vivimos nuevamente y podemos sentir cosquilleos, escozor, frió.. Tratamos de no obviar ningún detalle, imaginamos el lugar y el momento tal cual fue o nos gustaría que volviese a pasar.

En cambio, si es algo que nos trae a la mente alguna situación desagradable podemos agitar la cabeza con mucha fuerza, como si sacudiéramos las imágenes que están dentro de ella. Es un poco confuso, sin embargo siempre seguirán ahí, todos nuestros recuerdos son parte fundamental de la existencia, cada uno con algo en particular, tristes o alegres terminan siendo tan diferentes que finalmente nos acostumbramos a ellos, vivimos el presente en base a esperanzas futuras,es algo que se da naturalmente, ya que recordamos constantemente, lo hacemos siempre, asi no seamos muy conscientes de ello.

Puedes tomarte el tiempo necesario, es todo tuyo si deseas, siempre y cuando no se pierda el sentido verdadero de estar aquí y de vivir ahora, aunque muchas veces el ahora pase tan rápido que cuando nos damos cuenta ya es pasado. El ejemplo más claro es ver una fotografía, hacer tuyo un acontecimiento al capturarlo es una clave para saber que existió, que algo pasó y que ya no es ahora, o talvez lo es pero no de la misma forma ya que todo va pintándose de manera distinta, de todos modos nunca nada es igual y todo sigue un proceso de cambio.