No dejaré de pensar lo siguiente: Los árboles son seres encantados, asumí esto al ver con claridad las formas que tienen sus ramas. El día que dejaron de moverse, estas quedaron en posiciones desprevenidas, es por eso que adoptaron posturas ondeadas o arqueadas. Probablemente en algún momento, cuando no los vemos, nuestros "libres" amigos pueden ser ellos mismos y danzan felices sin que alguien los asuste o moleste.
Ellos hablan, hablan y no para ti, los oídos humanos no entienden su idioma, hay que ser bastante astutos para siquiera poder escucharlos murmurar, pues son bastante complejos con sus dialectos. El soplo del viento que juega con ellos permite a duras penas sentir sus movimientos, pues este es su mundo, quizá suyo y no nuestro.
Hay muchos y en todo lugar, pues alguien a través de su aroma me intenta cambiar. Convivo con ellos día a día, es hermoso saber que alguno me mira. Si un gris amanecer comparte mis días, sus vivos colores enaltecen mi alegría. De pronto ser árbol no es tan difícil, un cielo cercano los cubre de noche y de día.
Quisiera poder respirar como ellos, dejar que la lluvia alimente mi sueño. Un rastro de vida si el sol me ilumina, tan simple parece la vida si junto a un árbol caminas.
Tal vez el mundo dance de noche, cuando nosotros descansamos..y ellos descansan cuando nosotros danzamos..
ResponderEliminarhermoso, uno de esos sueños de los que no te quieres despertar nunca.
ResponderEliminarMastante fantasioso y mágico, pero muy bonito. Es que también es otra la sensación cuando nos encontramos rodeados de árboles, nos sentimos tan libres, tan tranquilos, tan en paz. Tal vez ellos nos brindan paz, nos dejan respirar.
ResponderEliminarLos árboles nos dejan su leña, como dice Sabina, algunos venden su madera tan cara y por capítulos. Saludos.
ResponderEliminareli me encanto el sentido mistico que le diste a la naturaleza, excelente mensaje, tienes razon, debemos ser arboles y aprender de ellos.
ResponderEliminaramanecer